Como los cerebros pensantes de normativa tributaria se estaban sintiendo relegados por otros problemas mucho más graves han reaccionado y han puesto en marcha el laboratorio de ideas, y no siempre son buenas.

No es posible realizar un análisis detallado de estas nuevas medidas, más que nada porque de ellas solo conocemos notas de prensa, pero no está de más que nos vayamos familiarizando con ellas por lo que pueda pasar en los próximos meses.

El resumen que ofrece el Ministerio de Hacienda y Función Propia respecto a estas nuevas medidas:

  • Se creará el Impuesto de Solidaridad de las grandes fortunas para patrimonios netos superiores a tres millones de euros. En el pago de esta nueva figura de carácter temporal será deducible la cuota del Impuesto sobre el Patrimonio satisfecha a la Comunidad Autónoma correspondiente.

En definitiva, que se hará tributar por algo idéntico al Impuesto sobre el Patrimonio a los residentes en comunidades autónomas que lo tienen bonificado.

  • También se subirá la tributación del IRPF a las rentas del capital superiores a 200.000 y 300.000 euros
  • Para mitigar el impacto de la crisis se ampliarán la actual reducción por rendimientos del trabajo a las rentas hasta 21.000 euros.
  • Los autónomos se beneficiarán de una reducción de un 5% adicional en los rendimientos netos en la tributación por módulos y, en la estimación directa simplificada, de una deducción adicional de dos puntos hasta el 7% en gastos de difícil justificación.

Mientras siga operando el límite de 2.000 euros anuales de gastos de difícil justificación la subida del 5% al 7% será poco relevante.

  • En Sociedades aumenta la tributación de las grandes empresas al limitar al 50% las pérdidas de las filiales que pueden deducirse en 2023 los grupos consolidados. También se reduce del 25% al 23% el gravamen de las pymes.

Se nos abren muchos frentes, ya iremos viendo en qué quedan.